Por Agencia EFE
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Brasil
inició hoy la cuenta atrás de los mil días que faltan para la
inauguración del Mundial del fútbol de 2014 con actos en las doce
ciudades sede del evento, pero con varias obras atrasadas y huelgas en
dos de los estadios que están en reforma.
El acto principal tuvo
lugar en Belo Horizonte, precisamente la ciudad que tiene más
adelantadas las obras, donde la presidenta brasileña, Dilma Rousseff,
acudió para anunciar inversiones por 2.300 millones de reales (unos
1.353 millones de dólares) en la ampliación del metro de la ciudad.
En
Sao Paulo, en un evento en el lugar en el que se construye el estadio
Itaquerao, que contó con la participación del gobernador regional,
Geraldo Alckmin, y del campeón mundial Ronaldo, fue inaugurado uno de
los relojes cuentan los mil días que faltan para la inauguración del
Mundial, el 12 de junio de 2014.
Rousseff visitó las obras de
remodelación del estadio Mineirao, que aspira a ser el escenario para la
ceremonia inaugural del Mundial, en un día en que los empleados
responsables por las reformas cruzaron los brazos en una huelga
relámpago para reivindicar mejorías salariales.
Justo cuando se
cuentan los mil días que faltan para el Mundial de fútbol, el deporte
más popular del país, los cerca de 2.000 obreros que trabajan en las
reformas del estadio Maracaná completaron 16 días de huelga a la espera
de mejorías en las condiciones de trabajo.
La paralización de las
obras en el "templo del fútbol" brasileño y el estadio con más opciones
para ser sede de la final del Mundial amenaza la entrega del escenario,
prevista para diciembre de 2012, para que pueda ser utilizado en la
Copa de las Confederaciones de 2013.
Rousseff, que acudió al
Mineirao de Belo Horizonte acompañada del ministro de Deportes, Orlando
Silva, y del exftubolista Pelé, embajador especial del Gobierno para el
Mundial, aseguró que Brasil organizará uno de los mayores eventos del
mundo precisamente en uno de sus momentos de más prosperidad.
La
mandataria, que posó junto a una camiseta de la selección brasileña con
el número 1.000, atribuyó a Pelé parte de la pasión de los brasileños
por el fútbol.
"Si hubo alguien responsable de que varias
generaciones admirasen el fútbol es nuestro querido Pelé, un brasileño
con un talento excepcional y una capacidad física fantástica, y no sólo
el mayor atleta del siglo XX sino de los últimos tiempos", afirmó.
Tras
anunciar 1.353 millones de dólares para el metro y otras
infraestructuras de transporte en Belo Horizonte, la mandataria dijo que
las inversiones en las obras para el Mundial ayudarán a Brasil a
superar la crisis económica internacional.
"Seguir invirtiendo
pesadamente en obras de infraestructura es parte de nuestra estrategia
para garantizar que Brasil mantenga su desarrollo en ritmo adecuado",
afirmó.
La mandataria aprovechó el acto para anunciar la llamada
Ley General del Mundial de 2014, cuya presentación era pedida por la
FIFA desde hace semanas, y que ofrece condiciones especiales e
incentivos para las empresas con negocios en la Copa del Mundo.
Rousseff,
que en los próximos días también anunciará inversiones para el metro en
Salvador, Porto Alegre y Curitiba, agregó que las doce ciudades sede
del Mundial están haciendo grandes esfuerzos para estar listas a tiempo.
Sin
embargo, según un informe divulgado por el propio Gobierno esta semana,
hay un serio retraso en las obras de aeropuertos y de vías de acceso
para el Mundial, aunque las autoridades garantizan que serán concluidas a
tiempo.
Las obras más adelantadas en general son los estadios,
pese a que el de Sao Paulo apenas comenzó a ser construido hace un mes y
el de Natal aún está en el papel.
El Gobierno garantiza que
nueve de los doce estadios estarán concluidos en diciembre de 2012 y
servirán para la Copa de las Confederaciones, que se disputará a
mediados de 2013.
Pero el informe oficial confirma que las obras
en general están atrasadas y subraya que las reformas de los aeropuertos
de Belo Horizonte, Fortaleza, Manaos, Recife y Salvador no han
comenzado.
Además de los aeropuertos, otra preocupación del
Gobierno es el retraso en las obras del sistema de transporte en el
país, ya que apenas cinco ciudades han iniciado los proyectos para
mejorar la movilidad urbana.